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Misión Sucre VS Beca 18

Breve comparación de los programas de la educación superior

Publicado: 2015-09-16


El pasado 8 de septiembre se cumplieron 12 años desde que en el 2003 se incluyó en el Plan de Gestión Revolucionaria de Venezuela a la "Misión Sucre". Esta tiene el objetivo de generar una educación superior transformadora. Durante el 2014 tuve la oportunidad de visitar sus casas de estudio y observar su desarrollo académico y político. Del mismo modo, también he podido observar la implementación del programa social Beca18 durante los últimos años. A continuación realizaré una breve comparación cuantitativa, espacial e ideológica entre los programas para la educación superior de Perú (Beca18) y Venezuela (Misión Sucre).

Una primera comparación respecto a los beneficiarios demuestra que en el Perú, por medio del programa Beca 18, se otorga la oportunidad de estudiar a 20 000 personas cada 2 años (40 000 jóvenes del 2012 al 2016) [1]. Mientras que en Venezuela, desde que se implementó la Misión Sucre, se integran al sistema educativo un promedio de 90 000 personas cada 2 años (De un total de 450 000 estudiantes desde el 2004 hasta el 2014) [2]. Venezuela gana en cantidad de beneficiarios cada 2 años a pesar de contar con menor población que Perú.

Una segunda comparación surge del hecho que en el Perú se destinan a los estudiantes a diversas instituciones educativas en espacios lejanos a sus lugares de origen. Así pues, teniendo el 90% de estudiantes provenientes de las regiones del Centro, Norte, Sur y Oriente del Perú [3], el 43% de los becarios estudia en Lima. [4] Esta particularidad si bien aporta al encuentro de los pueblos en aras de la promoción de la interculturalidad, también puede influir en el aproximado 5% de la tasa de deserción [5] por motivos de miedo, barrera económica, mala salud, etc. [6]

Por la parte de Venezuela, al encontrarse con el problema de las universidades centralizadas y los viajes costosos que debían realizar los alumnos hacia ellas, el gobierno bolivariano municipalizó la Universidad [7] y se facilitó el progreso de los programas estratégicos de formación para el desarrollo nacional por medio de las Aldeas Universitarias que se encuentran en las Entidades Federales de todo el país [8]. Esta modalidad no aleja a los estudiantes de sus lugares de origen pero también permite desplazarse a otros centros de estudio a los que lo desean.

Por último, y en relación con la segunda comparación, el camino del Perú y Venezuela pareciera no ser solo una casualidad. Asumiendo que, los gobiernos de Perú y Venezuela tienen diferentes orientaciones políticas, y como postula Althusser, los aparatos ideológicos del Estado son cierto número de realidades que se presentan al observador bajo la forma de instituciones precisas y especializadas [9], podemos deducir que las universidades también forman parte del conjunto de los aparatos ideológicos del Estado y sus respectivas orientaciones político-ideológicas.

En Venezuela, después de solucionar el problema de las universidades autónomas (las nacionales en el caso peruano), que no ofrecían vacantes necesarias y adolecían de la corrupción de las autoridades, municipalizando la educación superior y creando la Universidad Bolivariana junto a las Aldeas Universitarias -sin violentar la autonomía de las universidades autónomas, la universidad bolivariana y las municipalizadas- se ve reflejado que estas nuevas instituciones son un nuevo aparato ideológico del Estado que sirve para sus fines estratégicos de revolución. No es casualidad entonces que muchas de sus carreras lleven cursos de “formación socio-política” o “pensamiento crítico” en sus mallas curriculares. [10] A esta democratización de la educación la oposición suele llamar adoctrinamiento. Por otro lado, los fines políticos de la universidad venezolana también se expresan dentro del “Plan de la Patria Universitario”. [11] Para respaldar esta afirmación me limitaré a citar algunos de los objetivos dentro de la visión integral del Plan que en el Perú es casi imposible escuchar desde las autoridades. 1. Fomentar un esquema democrático y participativo de los distintos actores sociales del sistema universitario; así como de su participación en métodos de cogobierno y gobierno universitario. 2. Construir un sistema de articulación con la economía y dinámica local y comunal con la Universidad de la Comuna donde la Universidad sea un potenciador de la organización social, económica y cultural tanto en la difusión como creación de conocimiento para la aplicación en el área de influencia de escala local y de ejes de desarrollo así como su retroalimentación con otras zonas en una lógica de red. 3. Desarrollar un sistema de saberes universitario, revolucionario, que conjugue el pensamiento científico y los saberes del pueblo.

En lo personal, mientras estuve en la Universidad Bolivariana en Caracas, pude notar una fuerte politización de la casa de estudios sumado a un espíritu académico popular donde el trabajo de formación no era una suerte de comedia objetiva inofensiva -como en el Perú- sin necesidad de que sus trabajos sean creaciones subjetivas sesgadas y coyunturales. La politización de la universidad en Venezuela es también diferente a la vivida en el Perú durante los 80 (la actual es casi inexistente) pues en ese país –desde el punto de vista del estudiante de clase popular- se trata de cuidar y consolidar un proceso en el cual ya se ejerce el poder de clase sobre los antiguos dueños del país.

Por el contrario, en el caso peruano muchos de los beneficiarios son derivados a instituciones privadas. Si se hace un cálculo del porcentaje que representa la cantidad de becarios que estudian en instituciones privadas (Universidades e Institutos) respecto al total de la muestra (2110 becarios) de la Tabla 1 [12] podemos obtener un aproximado de 85% de beneficiarios que acuden a estas instituciones. Podría entenderse como contradictorio que se considere como un actor del aparato ideológico del Estado a las instituciones privadas. Sin embargo, Althusser menciona que “poco importa si las instituciones que las realizan son públicas o privadas. Importa su funcionamiento”. [13] Habría que preguntarnos: ¿Qué tipo de influencia pedagógica ejercen las instituciones privadas en la mayoría de los becarios dentro del marco neoliberal peruano? Es una pregunta difícil de responder por la complejidad de fuentes requeridas para contestarla y sustentarla, pero aun así merodea una posición intuitiva que se cuestiona el hecho y sus efectos futuros. ¿No se estará formando un contingente popular descentralizado de gran envergadura bajo una educación acorde con el statu quo? Recordemos que en el caso peruano aplica que “la universidad está ligada en forma directa al capitalismo, bien como aparato ideológico de Estado, bien como un dispositivo que garantiza la reproducción social del capital, bien como productor de fuerza de trabajo calificada para el mercado capitalista o como formadora de cuadros de las clases dominantes.” [14] A pesar del trágico supuesto, y aunque es difícil conocer a becarios que tengan actividad política, siempre hay excepciones dentro de los estudiantes y las instituciones que ofrecen formación. Quizás en estos momentos se esté forjando dentro de las aulas de las instituciones privadas, sean de corte hegemónico o progresista, algún personaje que romperá con las desigualdades y los privilegios en un futuro próximo. Eso espero.

 

[1] Beca 18 beneficiará a 40 mil jóvenes hasta finales de 2016, Disponible en: http://elcomercio.pe/economia/peru/beca-18-beneficiara-40-mil-jovenes-hasta-finales-2016-noticia-1727395

[2] Michel Collon, Los 7 pecados de Hugo Chávez, Editorial Correo del Orinoco, Caracas, 2014, p.33

[3] Estudio de medición del nivel de satisfacción de los becarios del programa Beca 18, Tabla N°3, Disponible en: http://www.pronabec.gob.pe/visor_pdf/web/viewer.php?url=http://www.pronabec.gob.pe/inicio/publicaciones/documentos/estudios_medicion4.pdf

[4] Ibíd., Tabla N°5.

[5] Motivaciones de los postulantes seleccionados e ingresantes de Beca 18 que deciden no seguir la beca, p. 32, Disponible en: http://www.pronabec.gob.pe/visor_pdf/web/viewer.php?url=http://www.pronabec.gob.pe/inicio/publicaciones/documentos/motivaciones_postulantes_%20beca_18.pdf

[6] Ibíd., p. 30-36

[7] Michel Collon, Los 7 pecados de Hugo Chávez, Editorial Correo del Orinoco, Caracas, 2014, p.34

[8] Aldeas universitarias distribuidas por entidad federal y programa de formación, Disponible en: http://www.misionsucre.gov.ve/#aldeas

[9] Louis Althusser. Ideología y aparatos ideológicos del Estado, p.189, Disponible en: https://detemasytemas.files.wordpress.com/2012/01/althusser-1989-ideologc3ada.pdf

[10] Programas nacionales de formación, Disponible en: http://www.misionsucre.gov.ve/#pnf

[11] Plan de la Patria Universitario, Disponible en: http://www.misionsucre.gov.ve/web/files/enlaces/documentos/plan_patria_universitario.pdf

[12] Estudio de medición del nivel de satisfacción de los becarios del programa Beca 18, Tabla N°1, Disponible en: http://www.pronabec.gob.pe/visor_pdf/web/viewer.php?url=http://www.pronabec.gob.pe/inicio/publicaciones/documentos/estudios_medicion4.pdf

[13] Louis Althusser. Ideología y aparatos ideológicos del Estado, p.190, Disponible en: https://detemasytemas.files.wordpress.com/2012/01/althusser-1989-ideologc3ada.pdf

[14] Renán Vega. La universidad de la ignorancia. Capitalismo académico y mercantilización de la educación superior. Disponible en: http://rebelion.org/docs/198216.pdf


Escrito por

Marcos Fonseca

Mis juicios se nutren de mis sentimientos, de mis pasiones. JCM


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